UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE DERECHO
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO






        TEMA:

LOS RETOS DEL DERECHO INTERNACIONAL
EN LA CONFORMACION  DE UN NUEVO ORDEN MUNDIAL









QUE PRESENTA:
CLAUDIA CORTÉS ALTAMIRANO

PARA ACREDITAR LA ASIGNATURA:
DERECHO INFORMÁTICO

CON EL PROFESOR:
JULIO ALEJANDRO TÉLLEZ VALDÉZ
 
 

La presente página está dedicada a todas las personas que aún creen en el derecho como medio para resolver los conflictos, a los que creen en la paz y la igualdad, y para los que esperan justicia en la tierra y no en otra parte.
Al Dr. Victor Carlos García Moreno por sus enseñanzas y por
el placer de haberlo tenido con nosotros
A la Universidad Nacional Autónoma de México, Mi alma mater
A Fer y a la persona en quién busco apoyo, GRACIAS
 

INDICE






-  INTRODUCCION

1- ANTECEDENTES

2.- FIN DE LA GUERRA FRIA

 2.1. Los grandes conflictos internacionales

  2.2. Crisis e interdependencia en la política mundial

3.- LOS NUEVOS ÁMBITOS DEL DERECHO INTERNACIONAL

4.- RELACION POLITICA Y DERECHO INTERNACIONAL

- CONCLUSIONES

- BIBLIOGRAFIA
 
 



INTRODUCCIÓN






El presente ensayo tiene como objetivo fundamental analizar los problemas de la actual crisis mundial y los nuevos conceptos que han surgido para "afrontar con efectividad" los conflictos que desequilibran al sistema internacional. En este sentido, se aborda la problemática desde un punto de vista global humanista con la convicción de que el hombre tiene aún la posibilidad de solucionar los dilemas a los que se enfrenta, si apela a los valores primarios de la humanidad.
         La perspectiva global humanista es una nueva corriente que no acepta las determinaciones inalterables del realismo político ni el injusto futuro del globalismo corporativo , ya que sus propósitos están dirigidos a la búsqueda de soluciones viables que permitan combatir las dificultades globales sin llegar a la destrucción misma del hombre. Es difícil pensar que con esta nueva teoría "idealista" se puedan llegar a resolver -con rapidez- los escollos como para evitar de una u otra forma cualquier catástrofe, asimismo es una propuesta que busca trascender y transformar la crisis actual, en una posibilidad real de paz.
         Las características del humanismo global están reflejadas en ocho puntos principales :

         1.- Ciertos valores primarios: paz, justicia social, económica y política, equilibrio ecológico, participación popular, así como la responsabilidad del gobierno con los individuos.
        2.- En contraposición al realismo político, el humanismo global asume que los seres humanos son, por naturaleza, equitativamente cooperativos, con la disposición de vivir en armonía desarrollando su capacidad creadora en beneficio de la sociedad, porque  la lucha por el poder y el beneficio se desarrolla a nivel internacional debido a las inseguridades personales que son las responsables de nuestro temor a la indiferencia, lo cual se refleja en las actitudes defensivas  y resistencia a confiar en los demás.
         3.- Tiene una aproximación explícitamente normativa a la política, ya que busca transformar el sistema mundial, modificando en primer lugar a los Estados-Nación de tal manera que estos últimos puedan coexistir con una nueva estructura global.
         4.- El globalismo conserva el contenido moral del idealismo -su optimismo sobre la naturaleza humana-  rechaza los conceptos de equilibrio de poder, la política omnímoda estatal para combatir las rivalidades y agresiones estatales; retoma también el desarrollo de un sistema de seguridad colectiva internacional y la realización de la autodeterminación nacional.
         5.- Ofrece una aproximación alternativa a la cuestión de seguridad nacional e internacional  correlacionando las necesidades de la seguridad nacional con las de la comunidad global.
         6.- Intenta ir más allá de las dicotomías de derecha a izquierda, de nosotros versus ellos. Este paradigma sintetiza a la política  con un nuevo realismo, lo que significaría adaptar el pensamiento socialista y capitalista. En consecuencia, los valores de la justicia social y económica del socialismo y la justicia política del liberalismo capitalista; el sostenimiento de los derechos individuales bajo el capitalismo; la preferencia de cambios decididos no violentos del socialismo con el uso del análisis de clase para discernir en cómo el individualismo puede transformarse en un arma de explotación de masas; el enorme potencial del capital y movimiento tecnológico para hacer progresar a las poblaciones en todo el mundo capitalista, y su igual propensión para manipular, crear, destruir los ecosistemas y desarrollar algunas sociedades a expensas de otras.
         7.- Es activista porque busca las opciones actuales que podrían resultar de ellas, qué cambios se contemplarían, por muy drásticos que fueran, pero evitando el autoritarismo,  el interés del realismo político y el globalismo corporativo, porque ambos crean de forma variable pretextos para expandir la autoridad central, el poder de la policía, los límites impuestos a la libertad de prensa y la competencia a los partidos, así como todo aquello en nombre de la estabilidad, la ley y el orden.
         8.- Busca signos de avance en la sociedad de acuerdo a avances cualitativos en bienestar de las mayorías populares y ambientales, en donde se incluyen derechos humanos, democracia, paz y seguridad internacionales.
         Para el humanismo global, los elementos característicos del conflicto (disputa armada y violencia estructural) son síntomas de enfermedades cuyas consecuencias van mucho más allá del coste habitual de vidas humanas, territorios ganados o perdidos, incidencias de guerra o actos terroristas, efectos de desequilibrio de poder y armas nucleares acumuladas. Estas formas de violencia internacional son el principal problema que tiene la sociedad internacional que amenazan la supervivencia de la vida en todas sus formas.
         El globalismo humanista así como el derecho internacional buscan el arreglo de disputas y el mantenimiento de la paz mundial por medio de diferentes estrategias. Mientras que el primero apela a la bondad y a los valores morales del hombre, el el segundo, busca crear normas de conducta que rijan las relaciones interestatales y garanticen la paz y el equilibrio del orden establecido.  Desde este punto de vista, el derecho internacional es un sistema jurídico concreto, cuyos alcances y funciones involucran tanto a estados como a organizaciones interestatales y otros sujetos que puedan modificar de manera determinante la realidad del mundo.
         De acuerdo con el sistema jurídico mundial, los derechos y obligaciones de un Estado son, en el plano internacional, superiores a aquellas facultades o deberes que el Estado tiene según su propio derecho. Esta afirmación nos muestra que las naciones están condicionadas por por una serie de normas aceptadas por todas los países en su acción frente al mundo y, en caso de violar las normas para lograr un fin político determinado, el Estado infractor se expone a severas represalias económicas y políticas por parte de los demás estados. Esto nos demuestra que la legitimidad política y la credibilidad moral que forman parte de la estructura misma de una nación se reflejan a nivel internacional en el grado de cumplimiento del derecho internacional.
            Para el cumplimiento de dichas normas, en la actualidad se han originado diferentes  instrumentos y organismos de  carácter  político,  cuasijudicial  o diplomático   -como las Naciones Unidas, la OEA, comisiones multilaterales, conferencias diplomáticas y otros organismos regionales- que traten de solucionar los conflictos que surgen en las interpelaciones estatales.  Fusionando los mecanismos del derecho internacional con las propuestas del humanismo global "posiblemente" se puedan encontrar soluciones viables para evitar conflictos que desequilibren en gran medida al sistema mundial.
 

1. ANTECEDENTES

El orden establecido con la 2a guerra mundial se caracterizó por la pugna ideológico-política entre este/oeste que lidereaban Estados Unidos y la Unión Soviética, como hegemonías capitalista y socialista, respectivamente. Entre ambas potencias existió una cortina de acero, que sólo se extinguió con la desaparición de una de las dos potencias.
         Bajo este esquema, la constante evolución de la sociedad mundial a lo largo del tiempo provocó una desigualdad mundial en donde sólo los países que tenían la ciencia y tecnología, se nutrían de los países que poseían los recursos naturales para su propio beneficio ampliando así la brecha existente entre pobres y ricos. El  poder -económico, político y militar- fue y continúa siendo el artífice de las relaciones interestatales, mientras que el papel del derecho internacional  se convierte en un elemento puramente indicativo que puede ser eludido si existen intereses de cierta magnitud e importancia  en juego por parte de alguna o algunas potencias.
         A pesar de existir un derecho universal definido como un conjunto de normas y reglas tendientes  a regular casi todo tipo de relaciones  de los Estados y demás sujetos de la sociedad mundial, no se ha podido crear un régimen legal mundial de sanciones acordado y aprobado por todos los Estados, ni una institución judicial internacional dedicada a vigilar su cumplimiento, ni mucho menos un órgano capacitado y encargado específicamente de aplicar sanciones a los infractores del derecho.
         El poder ilimitado que acumularon países como Estados Unidos y la Unión Soviética en la guerra fría les permitió proclamarse como árbitros y gendarmes del orden mundial, aun por encima del derecho internacional, al que han tratado de ajustar siempre en función de sus intereses. Sin embargo, ante una cada vez mayor reticencia y oposición de los Estados con menor poder, aún no han podido impedir que el régimen jurídico sirva a intereses particulares de los poderosos.
          Siempre ha sido importante para los países pequeños y débiles que cualquier acción de fuerza en la sociedad internacional se evite y elimine, ya sea por la vía del derecho internacional o por norma de conducta entre las naciones, porque las contradicciones que puedan surgir entre dos o mas países puede ser pretexto para justificar intereses particulares de los Estados. Un ejemplo de ello han sido las intervenciones por parte de Estados Unidos a Haití, Somalia, Yugoslavia, etc. por motivos de democracia y violación a los derechos humanos. El auge de los derechos humanos y el derecho humanitario ha provocado que de cierta forma esos conceptos que integran la soberanía de los Estados, que se habían mantenido estáticos, se mermen y afecten de manera determinante a los países pequeños o infractores del derecho en su soberanía doméstica.
         La justificación de la intervención humanitaria se ha visto reflejada muy claramente en conflictos como el de Estados Unidos  en el Líbano en 1958, en la República Dominicana en 1965 y en Irán en 1980; por parte de Bélgica en lo que era el Congo en 1964; por Turquía en contra de Chipre en 1974 y; por Israel en el puerto de Entebbe en 1976. Estos actos de agresión caracterizan las relaciones de poder en la guerra fría, por parte de algunos  países poderosos que no se detendrán ante nada para salvaguardar sus intereses nacionales y su hegemonía, valiéndose de diferentes medios para conseguir lo que se proponen.
         En la década de los sesenta, después de la crisis de los misiles en Cuba, los protagonistas principales optaron por  encauzar la contienda por la vía diplomática hacia una coexistencia pacífica. En una primera etapa fue a nivel bilateral, mientras que en una segunda etapa se elevó al nivel multilateral -principalmente a través de la Organización de las Naciones Unidas y la Conferencia Sobre Seguridad y Cooperación Europea- lo que significó un marco normativo político-jurídico de complejidad y alcances progresivos, lo cual sustentó la estabilidad de la seguridad internacional de la década.
         Después de la participación de la Unión Soviética en la agenda de Washington en 1986 sobre temas de cooperación, desarrollo, comercio, desarme, conflictos regionales, etc., el mundo comenzó a experimentar transformaciones de tipo político y económico que afectaron principalmente al bloque soviético. El colapso del sistema socialista sobrevino a causa de graves problemas financieros, económicos, sociales y su crisis política  motivada por la Glasnot y la Perestroika marcan el fin de la mal llamada Guerra fría y el inicio de un nuevo orden mundial que clama nuevas formas de  organización y de consenso sobre seguridad global.
         Ahora, con el fin del bipolarismo, el mundo ha vivido grandes cambios que han afectado las estructuras estatales, ya que el derrumbe del viejo orden sólo fue sustituido por un caos en las relaciones internacionales, que han permitido la multiplicación  de conflictos militares, la proliferación de armas nucleares, así como la intervención de Estados en los asuntos de otros países, con la finalidad misma de mantener o aumentar su poder, justificando sus acciones de diversas maneras que el derecho internacional no acepta. Dichos problemas se han ido acentuando con la caída del comunismo y han afectado de manera determinante la acción de los Estados frente a los demás actores de la comunidad internacional.
 

2. EL FIN DE LA GUERRA FRIA
 2.1. Los grandes conflictos internacionales

A mitad de la década de los ochenta, Mijaíl Gorbachov empezó a implementar reformas en la Unión Soviética, y con ello, provocó cambios profundos no sólo al interior de su país, si no en toda la sociedad internacional. En el ámbito económico llevó a cabo la Perestroika (reestructuración) y en el político la Glasnot (transparencia). Ambas políticas propiciaron un proceso de transformación irreversible como el afán separatista de algunas repúblicas integrantes de la todavía URSS y la desintegración del bloque socialista en Europa del Este.
         En 1989, el mundo empieza a sentir un relajamiento de tensiones, porque  en las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética existió la buena disposición de diálogo entre ambas potencias hegemónicas. Inicia un camino de negociación que ayuda a resolver los problemas más apremiantes en ambas regiones del mundo. Uno de los esfuerzos más notables se registró en cuanto a la carrera armamentista y  los logros más importantes fueron  la firma del Tratado Start 1. En dicho acuerdo se negoció reducir en un 30% los arsenales totales de ambos países y  en un 50% los misiles balísticos intercontinentales. Por otro lado, se resolvió la disolución del Pacto de Varsovia, creado en 1955 en contraposición del complejo militar construido por Estados Unidos para la defensa de Europa. La disposición de Mijaíl Gorbachov en la disminución de la carrera armamentista trajo como resultado una nueva política de tolerancia, por parte de la Unión Soviética, que contribuyó a fortalecer el clima de paz en el mundo.
         El descontento político, económico y social en la Unión Soviética por las reformas impuestas por Mijaíl Gorbachov para lograr insertar a su nación en la dinámica mundial y corregir los problemas que se suscitaron después de la crisis interna, llevaron al país de fracaso en fracaso hasta la extinción misma del sistema. Al ocurrir esto, empiezan a florecer problemas que se habían mantenido latentes en todo el mundo que provocan un desbarajuste dentro del orden establecido en 1945.
         Uno de los conflictos más importantes que se dio en el marco del fin de la posguerra fría fue la guerra del Golfo Pérsico. Esta contienda por sus elementos de intervención, genocidio, invasión violenta, etc., fue considerada como atentado al derecho internacional, porque violó los principios de soberanía, autodeterminación de los pueblos, además de poner en riesgo la paz y seguridad mundiales.
         El elemento principal del realismo político -el poder- se dejó ver en la invasión de Irak a Kuwait con el fin de anexión del territorio. Esta acción le permitiría a Irak controlar casi la quinta parte de las reservas probadas de petróleo del mundo. A pesar de los esfuerzos realizados por la comunidad internacional y la Organización de las Naciones Unidas para liberar a Kuwait de Irak, y ante su fracaso, el 17 de enero de 1991, se pone en práctica la conocida "Operación Tormenta del Desierto", con la que se buscó debilitar a Irak bombardeando sus bases militares estratégicas, dicho objetivo se logró,  ya que la milicia de los aliados penetra a Kuwait y después a Irak. A pesar de que Hussein hizo un llamado a la población islámica a unirse a la "guerra santa", lo que atrajo a mucha manifestantes, el 28 de febrero de 1991, Irak anunció su rendición y retiró sus tropas de Kuwait.
         La unificación alemana y sus profundos cambios democráticos, fortalecieron este  tipo de movimientos liberales, que continuaron acentuándose en la región de Europa. En Rumania y Hungría  los procesos de transición democrática no se hicieron esperar y en 1989 y 1990, respectivamente ambos países llevaron a cabo elecciones libres que beneficiaron en gran medida a sus sistemas políticos. En 1993, Checoslovaquia, a causa de las deficientes reformas y a pesar del triunfo del proceso democrático  de 1990, se divide en dos repúblicas independientes: República Eslovena y República Checa.
       Yugoslavia, al igual que muchos países europeos, experimentó grandes conflictos de carácter nacionalista. Estos movimientos de naturaleza étnica, resultado de la mala repartición del mundo después de la 2a guerra mundial, se mantuvieron neutralizados durante el periodo de mandato de Tito. La complejidad del  problema yugoslavo se determina por ser un conflicto religioso entre ortodoxos servios, los católicos croatas y eslovenos y los musulmanes bosnios; un conflicto étnico entre serbios y croatas a pesar de ser ambos de origen eslavo, y un conflicto ideológico entre los serbios socialistas  y el emergente capitalismo. Habría que agregarle a estos elementos el desarrollo desequilibrado de la industria y de la economía en el norte y en el sur del país.
         Las hostilidades de la guerra civil comenzaron en junio de 1991 cuando Eslovenia y Croacia proclaman su independencia y son reconocidas por el gobierno alemán. Para tratar de contener los intentos de secesión en estos dos Estados, el gobierno yugoslavo envió algunos elementos militares de origen serbio, pero en lugar de contener las hostilidades permitió que se agudizaran, ya que factores como racismo, fanatismo y genocidio fueron puestos en práctica utilizándolos como baluarte para la llamada "depuración  étnica".  A pesar de los intentos, por parte de los diferentes organismos cuasilegislativos para la solución de controversias, no se ha podido resolver el problema yugoslavo, que reitero, fue resultado en mayor medida de la mala división del mundo después de la 2a guerra mundial y que permaneció latente en la guerra fría y resurgieron con la desaparición de la Unión Soviética.
         Uno de los fenómenos importantes que se presentó en esta década como consecuencia de estas transformaciones, fue el acelerado proceso de reacomodo de bloques. La estructuración de un nuevo orden económico internacional terminó por romper las viejas relaciones políticas internacionales, las cuales deben adecuarse a las necesidades actuales. En el campo político es imperante  la definición de nuevas normas e instituciones para la proscripción de las amenazas a este nuevo orden internacional y definir las áreas de responsabilidad de los principales actores del sistema, ya que dichos cambios se han dado de manera desigual y sin equiparación alguna, lo que da como resultado el desorden en el que nos encontramos inmersos.

2.2. Crisis e interdependencia en la política mundial

Actualmente el principio que la comunidad internacional utiliza como característico de los noventa es la integración y no la confrontación ni las alianzas político ideológicas, ya que el desarrollo tecnológico militar, la integración creciente del mercado internacional, así como la cambiante naturaleza, forma y función de la estructura militar se han modificado a tal grado que las dimensiones estratégicas internacionales dejan de ser  prioridad para la humanidad. Para tratar de resolver la crisis en la que se encuentra sumergida actualmente la sociedad, en casi todos sus aspectos de la política mundial (como en las alianzas, el ecosistema, las finanzas y el comercio, los movimientos e intercambios entre los pueblos) la comunidad internacional se ha formado grandes expectativas, pero también vacilaciones al tratar de iniciar una acción que resuelva los conflictos que van surgiendo a medida que aumentan las interacciones entre las países. En estas interacciones se mezclan elementos como:

    1.- La sobrepoblación, la hambruna, la analfabetización y pobreza de los países integrantes del tercer mundo.
    2.- Desarrollo de la carrera armamentista.
    3.- Adquisición de armas por parte de los países menos desarrollados.
    4.- Explotación de los países pequeños por los poderosos.
    5.- Desgaste del ecosistema.
    6.- Desempleo generalizado.
    7.- Resurgimiento de nacionalismos y fanatismos religiosos
    8.- Desequilibrio en la economía mundial.
    9.- Intensificación de problemas como el narcotráfico y migraciones.
    10.- Reducción en la reserva alimenticia mundial en un 40%.

 Estos fenómenos ocurridos en la última década reflejan el carácter cada vez más complejo y transnacional de la política mundial, lo que hace necesarias nuevas herramientas adicionales a las tradicionales (diplomacia, organismos internacionales, buenos oficios, etc.). Por lo tanto, para el estudio y búsqueda de soluciones para estos fenómenos se exige la unión interdisciplinaria, en consecuencia, el sistema jurídico mundial necesita la ayuda de disciplinas como la ciencia política, antropología, sociología, economía, biología entre otras ciencias para determinar las causas de los conflictos.
         La ayuda del humanismo global al derecho internacional se da en dos aproximaciones. La primera es por medio de una serie de normas y valores humanos que permiten examinar las políticas nacionales, las ideologías, las fuerzas sociales y las instituciones desde un punto de vista de las necesidades e intereses del planeta de manera tal, que estas pautas políticas y éticas puedan aplicarse de modo consistente  que permitan evaluar a la política en  todos los sistemas sociales. La segunda, por medio de la economía política, que centra su atención en la forma que ciertos sistemas (capitalismo y socialismo) y estructuras (como corporaciones transnacionales y los complejos militares-industriales) que influyen decisivamente en la distribución de la riqueza y el poder, tanto dentro de las naciones como entre ellas, afectando el carácter de la seguridad nacional e internacional.
            El realismo político y el globalismo son dos visiones actuales del mundo y ambas de alguna manera reflejan el fenómeno de la interdependencia. Por su parte, el realismo político, como paradigma que fija su atención en el poder e interés nacional de un Estado, tiene como objetivos principales el crear y defender un equilibrio estable de poder entre varios rivales (Estados), evaluando los costos y beneficios de las naciones en términos estrictamente nacionales -basándose en el poder militar antes de la disuasión moral, acuerdos diplomáticos, la ley internacional o un proceso democrático de toma de decisiones para proteger o imponer los propios. Mientras que el globalismo interpreta a la política mundial por medio de las fuerzas transnacionales, con intereses económicos (principalmente), en términos humanistas se tiene la convicción de defender los derechos humanos. Ambas concepciones demuestran que un Estado necesita de otro para poder subsistir en un mundo lleno de peligros. El realismo depende de un sistema de alianzas entre Estados  y el globalismo de la cooperación internacional para salvaguardar intereses económico y políticos.
         La interdependencia es un fenómeno que une sociedades y grupos dentro de esas u otras comunidades, en donde las acciones afectan de manera determinante a todo el conjunto. Sus características son :
        a) Dependencia mutua o unilateral. Actualmente la tendencia que predomina es la mutua y lo comprobamos en los hechos que hacen que las economías (incluyendo la economía de la ex Unión Soviética) se encuentren inmersas dentro del sistema capitalista de comercio mundial.
         b) Globalismo. En estos términos la interdependencia va más allá de la capacidad de las naciones para resolver problemas por medio de la diplomacia tradicional. Lo que se refleja en la ineficiencia para solucionar controversias como suelen ser el narcotráfico, el terrorismo, el hambre, los desastres ecológicos, la proliferación nuclear y la violación a los derechos humanos.
         c) Interdependencia de derrame -supuestamente no intencionado-. Se refiere a la transnacionalización de un problema. Un ejemplo representativo lo encontramos en el gran número de refugiados políticos y económicos que han traspasado las fronteras nacionales en busca de trabajo o de seguridad ante una guerra. O puede ser también el narcotráfico como problema que afecta en gran medida a países con un alto desarrollo económico.
         d) Interrelaciones de fenómenos desconectados entre sí de forma aparente. A éste lo podemos ejemplificar con fenómenos como hambre, sobrepoblación, deforestación y descentralización, características de los países subdesarrollados que pueden afectar de manera determinante al sistema.
         e) Mayor participación de movimientos de la sociedad civil en pro del cambio social  (movimientos antinucleares, ecologistas y feministas). Así como un aumento de la participación de las organizaciones internacionales.

        Ahora bién, en términos globales la interdependencia enfoca su atención en la desigualdad y la inseguridad humanas, junto con las dimensiones de desarrollo y subdesarrollo. Las grandes presiones económicas globales, de medio ambiente y los recursos del planeta son amenazas constantes para la seguridad y bienestar de la sociedad internacional,  por correspondencia la acción de la interdependencia buscará asegurar, por medio de la cooperación, la solución a problemas que se le presenten en conjunto y no individualmente.
         El arreglo de controversias, debido a su complejidad, en la actualidad depende de varios centros de poder. Esto se debe a que el poder se está distribuyendo en varios polos, lo que nos hace reflexionar sobre la transformación de su naturaleza misma. Con ello nos referimos a la participación de más de dos actores para resolver conflictos y no individualmente, pues ahora los dilemas se ven inmersos en la característica de interdependencia de derrame, ya que los problemas afectan en gran medida a la sociedad en su conjunto.
         Cada uno de los elementos que hemos señalado demuestran que los cambios estratégicos a nivel internacional, las nuevas formas de interacción de la política exterior con la militar, la inadecuación y la heterogeneidad entre los diversos intereses y recursos con los que cuenta actualmente la comunidad mundial han creado un desorden en la políticainternacional, lo que trae consecuencias importantes al sistema, es por esto que el derecho, junto con otras ramas, comienza a encaminarse por nuevos rumbos con el objetivo de reordenar al mundo.

3.- LOS NUEVOS ÁMBITOS DEL DERECHO INTERNACIONAL.

Bajo este contexto, el derecho internacional de la última década se encuentra en una difícil etapa de transición y ajuste, debido a los conflictos que la comunidad mundial ha experimentado. Por la multiplicidad de estos cambios se ha requerido de la ampliación del campo de acción del sistema jurídico para garantizar la paz, la seguridad mundial y la supervivencia de la raza humana, ya que en su seno de  entrelazan cuestiones de gran trascendencia  y complejidad, resultantes de la interacción de las fuerzas económicas, políticas, sociales y militares de las diferentes regiones del mundo.
         Debido a los cambios estructurales que la sociedad internacional ha experimentado se ha modificado profundamente la esencia y naturaleza del derecho. Esto se debe a que el derecho internacional tradicional - derecho de guerra y derecho de paz- se ha vuelto incapaz de resolver los apremios actuales con mecanismos, ahora obsoletos, establecidos bajo un sistema de diferente naturaleza al de hoy en día. En este sentido, es necesario tratar de desarrollar un método científico más dinámico y abierto a los cambios de un sistema universal en constante evolución, que se adecúe a las necesidades y características imperantes del mismo.
          Las estrategias aplicadas en casos concretos para solucionar las paradojas demuestran la incompetencia del derecho y de la comunidad internacional, pues en lugar de dar solución a los problemas que se presentan los acentúan más. Si como humanistas luchamos por la rehabilitación de una ciencia jurídica que responda a los intereses genuinos de todos los Estados debemos adecuarnos a las exigencias actuales de crisis y transición ampliando los campos de acción del derecho internacional.
         Algunas de las nuevas corrientes que podemos percibir dentro del actual sistema jurídico son: el mantenimiento de la paz y seguridad mundial, lucha contra el narcotráfico, derecho ecológico, derechos humanos, derecho económico, derecho internacional de las comunicaciones, derecho penal y procesal, derecho fiscal, etc.; son entre otros, denominados "nuevos ámbitos del derecho internacional". Pero hablar de una nueva extensión del sistema jurídico no es nada nuevo, ya que Maurice Bourgin, en 1947, señaló que a causa del aumento de interacciones en el sistema mundial ya sea de trabajo, derechos humanos, educación, ciencia, ayuda a refugiados, aviación civil, comunicaciones, agricultura, etc., son en su mayoría fenómenos que caracterizan  la renovación cuantitativa del derecho.
        El propósito del derecho internacional, de acuerdo al humanismo global, es el de regular las relaciones sociales y ser el reflejo del orden social de  cada sistema jurídico en el sistema que contribuya al desarrollo de la humanidad,  mientras que para realistas como H. Morgenthau el derecho internacional es una fuerza social estática que sólo sirve como instrumento para conservar el orden establecido a lo que le denomina "status quo", esta interpretación es cierta en la perspectiva.   Pero para el nuevo derecho internacional, el concepto de coexistencia ya es un término inadecuado puesto que esta nueva etapa se caracteriza por la cooperación de las organizaciones  y otros sujetos internacionales -que se encuentran en constante fortalecimiento-  coadyuvando al  progreso y evolución de la sociedad mundial.
         Uno de los temas nuevos en la agenda mundial que preocupan al actual sistema jurídico está el derecho internacional humanitario, que en los últimos años ha tomado fuerza recurriéndose a él en caso de violación a los derechos humanos dentro y fuera de la jurisdicción de un Estado. El caso más representativo se encuentra en la guerra del Golfo Pérsico, ya que a partir de este suceso el deber de asistencia humanitaria y el derecho a intervenir para proteger los derechos humanos se mezclan y surge un nuevo concepto que a lo largo del  presente ensayo abordaremos como "derecho de injerencia humanitaria".
         Con el pretexto de salvaguardar los derechos del hombre la comunidad internacional asegura que los derechos humanos no deben quedar por más tiempo sujetos a las fronteras territoriales, raciales o culturales, ni a regímenes políticos determinados pues su protección jurídica por parte de la sociedad organizada se hace imprescindible. Con este enunciado se menoscaba el principio del ejercicio de las competencias de un Estado sobre sus nacionales, que había prevalecido por mucho tiempo. A pesar de esto, el Estado sigue siendo el principal actor de las relaciones interestatales, al menos teóricamente es soberano en sus actos, los cuales sólo pueden ser limitados por las normas que él mismo acepte respetar (por su propia voluntad o por haber firmado un acuerdo o tratado) a nivel externo. Es por eso que la soberanía se manifiesta mermada cuando a causa de un acuerdo bilateral o multilateral no puede actuar libremente en ejercicio de sus competencias.
         La lucha por el desarrollo, la paz mundial y la protección al individuo (individual o colectivamente) son unas  de las acciones más importantes en  las que la comunidad internacional ha contribuido y con estas a las llamadas intervenciones humanitarias, las cuales dieron pauta al aumento de innumerables abusos por parte de los países más poderosos.
       El derecho de injerencia por motivos humanitarios tiene como antecedentes inmediatos la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa de 1989, sobre "La Dimensión Humana" en donde se habló por primera vez del derecho de injerencia como medio para proteger las libertades y derechos de los individuos (de conformidad con la Carta de San Francisco y las normas del derecho internacional), aún sobre la soberanía territorial de los Estados.  No obstante que en el siglo XIX se intentó desarrollar el concepto de "intervención por motivos de humanidad" que no era otra cosa que el pretendido derecho de un país para defender a sus connacionales de los abusos que pudieran sufrir en otras naciones.
         Este concepto poco a poco ha sido aceptado por los países poderosos; hasta en el seno de las Naciones Unidas existe la discusión de la aceptación de esta nueva rama del derecho. Pero para los países del tercer mundo, es una expresión violenta que las relaciones internacionales han esparcido a causa del desequilibrio norte/sur, y no por el mantenimiento del equilibrio este/oeste, que tiene como fin el mantenimiento de la hegemonía de las potencias sobre los demás países. Actualmente la soberanía a nivel mundial está concebida de manera limitada y conforme a esta nueva tendencia, se acepta la disminución de la soberanía de los Estados en favor de la comunidad internacional organizada mediante un reparto de las atribuciones entre los países miembros, a fin de que se pueda actuar con la independencia y libertad necesaria en el desarrollo y existencia de los mismos, salvaguardando la paz y seguridad mundiales.
         El llamado derecho de injerencia reivindica el derecho de la comunidad internacional a inmiscuirse en los asuntos internos de los Estados para defender a una parte de la población de este Estado que estuviera siendo masacrada por su propio gobierno. El caso más representativo es el de los kurdos en Irak.
         A pesar de esto, la mayoría de los países miembros de la ONU no aceptan la pretensión de valores universales que permitan la adopción de políticas injerencistas en detrimento de la soberanía de los Estados y del derecho internacional, como es el caso de la defensa de los derechos humanos a través del llamado derecho de injerencia, así como otros pretextos que permiten a las potencias escudarse en ellos para cubrir iniciativas que respondan a sus intereses particulares y no a los de la comunidad internacional en su conjunto.
         Como es sabido el principio de no intervención tiene como objetivo proteger a los Estados más frágiles de las ambiciones hegemónicas de los Estados más fuertes, mientras que los derechos humanos tienen como objetivo la protección de los individuos  y de los pueblos, por lo tanto, la no-intervención o la soberanía pueden servir de pretexto a la tiranía, así como  la injerencia o a la defensa de los derechos humanos pueden disimular pretensiones imperialistas.
         Por lo tanto, podemos decir que el derecho de injerencia pone de manifiesto el estado actual de las relaciones de poder en el plano internacional, por lo que no debemos - de acuerdo al humanismo global- presentar a este derecho como una baluarte heróico contra los posibles regímenes totalitarios, cuando en realidad sólo ha sido practicado de manera arbitraria y eventual, sin tomar en cuenta las verdaderas características de cada conflicto y las legítimas consecuencias que éstas representan en cada caso, pues no es capaz de impedir o remediar el caos en que se vive, si no que además altera la comprensión del genocidio y aleja las verdaderas soluciones que pudieran  evitar que vuelva a suceder.
         El derecho de injerencia parece mal encaminado por que no reconoce sus principios fundamentales, además de estar imposibilitado para desarrollar un derecho humanitario ya que no tiene la capacidad de resolver las dificultades que se le han estado formulando. Es innegable que todos los Estados poderosos, como Estados Unidos y Francia, desean actualmente intervenir y apoyar el intervencionismo humanitario para disimular su verdaderos intereses. Las diferentes maneras de disfrazar intereses particulares varían de acuerdo a la geopolítica de las naciones. La migración y el derecho ecológico, así como el narcotráfico pueden convertirse en problemas, en términos estratégicos, para recurrir al derecho de injerencia.
         En el caso de la migración, al proporcionar ayuda a los refugiados, se contribuye a la continuación de las guerras y se corre el riesgo de perpetuarlas a través de auténticas economías no-productivas como lo son los campos de refugiados, ya que están protegidos en cierta medida.  Además, las grandes potencias pueden así intervenir de manera neutra, influenciando el conflicto por medio de la ayuda humanitaria y coadyuvando de manera decisiva a extender o prolongar estas guerras.
         Con respecto al derecho ecológico, la injerencia se impone para prevenir y evitar un desgaste del medio ambiente que perjudique de manera decisiva al planeta. Se precisa que debe existir un poder para intervenir sobre los Estados, el cual queda explícito en las organizaciones internacionales no gubernamentales como son Green Peace o Tribunal Internacional del Agua, que más tarde buscará crear una Corte Internacional de Justicia Ecológica o una Agencia Internacional del Medio Ambiente, para crear campañas y sanciones, en caso de requerirse, en favor de la protección de la ecología.
          Por último, podemos hablar de la lucha contra el narcotráfico, que con el fin de erradicarlo, la comunidad internacional ha sumado esfuerzos para evitar que se extienda y peligren así la paz y seguridad.
         Estos tres aspectos del derecho de injerencia pueden ser considerados como degeneraciones, ya que son peligrosas para muchos países, especialmente para los pequeños y en vías de desarrollo. Esto es debido a que las intervenciones no se limitarían simplemente a los casos de violación de los derechos humanos, si no que se ampliaría la gama de pretextos para inmiscuirse en los asuntos internos de  los Estados afectando su soberanía.
         El debate actual sobre las bases legales de la intervención por motivos humanitarios es aún motivo de análisis dentro y fuera de las instituciones cuasilegislativas u organizaciones mundiales.  Tal es el caso de la Organización de las Naciones Unidas,  en cuyo seno se discute la pretensión de legalizar valores morales universales que permitan la adopción de políticas intervencionistas en detrimento de la soberanía de los Estados y del mismo derecho internacional, como es el caso de la defensa de los derechos humanos a través del llamado derecho de injerencia.
        Así como este nuevo derecho, existen otros temas imperativos a los que el sistema jurídico mundial se tiene que enfrentar y adecuar para tratar de evitar cualquier conflicto que pueda coadyuvar al surgimiento de otras crisis. La participación de la comunidad internacional en la creación de normas que rijan las relaciones entre los actores de las relaciones internacionales es decisiva para el logro de la paz y seguridad internacionales, respeto a la biodiversidad y los derechos fundamentales del hombre, elementos indispensables para vivir en "armonía".

CONCLUSIONES

Desde mi punto de vista, el fin de la guerra fría y la sustitución de ésta por un desorden mundial se deben, en gran medida, a los problemas estructurales que se venían expandiendo con  el establecimiento del orden de la 2a guerra mundial. Estos cambios generados por consecuencias políticas, negociaciones deficientes o procesos directamente relacionados con el conflicto este/oeste, son sólo parte integrante de los innumerables problemas causantes de la crisis a la que se enfrenta la comunidad internacional. Cada uno de estos elementos dirigieron a Estados Unidos a una gradual declinación de su poder hegemónico, a la Unión Soviética a su fragmentación y con ello, aceleró los procesos de democratización en Europa del Este y la incontenible tendencia hacia la unificación de las dos Alemanias.
         La acentuación y surgimiento de nuevos conflictos ha puesto de manifesto la incapacidad de la comunidad internacional  para solucionar los problemas que la aquejan, ya que éstos, debido a su complejidad, han afectado seriamente la estructura en la que descansaba la sociedad mundial. Es por eso que, por medio del derecho internacional, ha intentado crear nuevos mecanismos que le permitan resolver las contradicciones a las que se enfrenta día con día. Al mismo tiempo, el derecho internacional se ha tenido que adecuar a las nuevas y difíciles necesidades que van surgiendo en las relaciones entre los diversos actores internacionales.
         La ampliación de los ámbitos del derecho internacional necesitan de la cooperación de la sociedad internacional y de teorías diferentes a las aplicadas actualmente. La teoría del humanismo global trata de contribuir con el derecho internacional a formar nuevas normas que ayuden a disminuir o en determinados casos, eliminar los problemas que surgen de las interacciones entre los Estados, principalmente. La forma con la que pretende ayudar es creando una teoría que apele a los valores del ser humano y recapacite en los problemas mundiales, para que en conjunto con los demás Estados, intensifiquen esfuerzos para lograr fines comunes: la paz, seguridad y bienestar mundiales.
          Como resultado del fin de la confrontación este/oeste, los intereses estratégicos mundiales han cambiado, de tal forma que, se buscan nuevos objetivos para dirigir las políticas exteriores de los países; así, la seguridad mundial ya no se ve amenazada, porque el enemigo a vencer durante la guerra fría, fue extinguido, por lo tanto hay que determinar cuáles son los nuevos enemigos a derrotar y cuáles serán la normas que regirán al orden internacional en formación.
         Para concluir, es importante hacer un análisis exhaustivo para determinar las posibles soluciones a los problemas a los que se está enfrentando la comunidad internacional, ya que de ello depende la estabilidad del sistema internacional y su continuidad. El derecho a la intervención así como otros conflictos actuales tienen que ser contemplados desde muchos puntos de vista para evitar posibles enfrentamientos que perjudiquen, en gran medida, a las relaciones exteriores de los países y la misma paz mundial. De la misma manera, la comunidad internacional no está dispuesta  a  admitir que la promoción al respeto al medio ambiente, los derechos humanos, la democracia y la lucha contra el narcotráfico, sean motivos que permitan a los poderosos escudarse en ellos para salvaguardar sus propios intereses menoscabando principios establecidos por el derecho internacional.
 
 

BIBLIOGRAFIA Y HEMEROGRAFIA

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