HACIA UN NUEVO ORDEN INTERNACIONAL


Claudia Cortés Altamirano
El orden establecido con la 2a guerra mundial se caracterizó por la pugna ideológico-política entre este/oeste que lidereaban Estados Unidos y la Unión Soviética, como hegemonías capitalista y socialista, respectivamente. Entre ambas potencias existió una cortina de acero, que sólo se extinguió con la desaparición de una de las dos potencias.
         El poder ilimitado que acumularon países como Estados Unidos y la Unión Soviética en la guerra fría les permitió proclamarse como árbitros y gendarmes del orden mundial, aun por encima del derecho internacional, al que han tratado de ajustar siempre en función de sus intereses. Sin embargo, ante una cada vez mayor reticencia y oposición de los Estados con menor poder, aún no han podido impedir que el régimen jurídico sirva a intereses particulares de los poderosos.
          En la década de los sesenta, después de la crisis de los misiles en Cuba, los protagonistas principales optaron por  encauzar la contienda por la vía diplomática hacia una coexistencia pacífica. En una primera etapa fue a nivel bilateral, mientras que en una segunda etapa se elevó al nivel multilateral -principalmente a través de la Organización de las Naciones Unidas y la Conferencia Sobre Seguridad y Cooperación Europea- lo que significó un marco normativo político-jurídico de complejidad y alcances progresivos, lo cual sustentó la estabilidad de la seguridad internacional de la década.
         A mitad de la década de los ochenta, Mijaíl Gorbachov empezó a implementar reformas en la Unión Soviética, y con ello, provocó cambios profundos no sólo al interior de su país, si no en toda la sociedad internacional. En el ámbito económico llevó a cabo la Perestroika (reestructuración) y en el político la Glasnot (transparencia). Ambas políticas propiciaron un proceso de transformación irreversible como el afán separatista de algunas repúblicas integrantes de la todavía URSS y la desintegración del bloque socialista en Europa del Este.
        En 1989, el mundo empieza a sentir un relajamiento de tensiones, porque  en las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética existió la buena disposición de diálogo entre ambas potencias hegemónicas. Inicia un camino de negociación que ayuda a resolver los problemas más apremiantes en ambas regiones del mundo. Uno de los esfuerzos más notables se registró en cuanto a la carrera armamentista y  los logros más importantes fueron  la firma del Tratado Start 1. En dicho acuerdo se negoció reducir en un 30% los arsenales totales de ambos países y  en un 50% los misiles balísticos intercontinentales. Por otro lado, se resolvió la disolución del Pacto de Varsovia, creado en 1955 en contraposición del complejo militar construido por Estados Unidos para la defensa de Europa. La disposición de Mijaíl Gorbachov en la disminución de la carrera armamentista trajo como resultado una nueva política de tolerancia, por parte de la Unión Soviética, que contribuyó a fortalecer el clima de paz en el mundo.
        El descontento político, económico y social en la Unión Soviética por las reformas impuestas por Mijaíl Gorbachov para lograr insertar a su nación en la dinámica mundial y corregir los problemas que se suscitaron después de la crisis interna, llevaron al país de fracaso en fracaso hasta la extinción misma del sistema. Al ocurrir esto, empiezan a florecer problemas que se habían mantenido latentes en todo el mundo que provocan un desbarajuste dentro del orden establecido en 1945.
        Uno de los conflictos más importantes que se dio en el marco del fin de la posguerra fría fue la guerra del Golfo Pérsico. Esta contienda por sus elementos de intervención, genocidio, invasión violenta, etc., fue considerada como atentado al derecho internacional, porque violó los principios de soberanía, autodeterminación de los pueblos, además de poner en riesgo la paz y seguridad mundiales.
        El elemento principal del realismo político -el poder- se dejó ver en la invasión de Irak a Kuwait con el fin de anexión del territorio. Esta acción le permitiría a Irak controlar casi la quinta parte de las reservas probadas de petróleo del mundo. A pesar de los esfuerzos realizados por la comunidad internacional y la Organización de las Naciones Unidas para liberar a Kuwait de Irak, y ante su fracaso, el 17 de enero de 1991, se pone en práctica la conocida "Operación Tormenta del Desierto", con la que se buscó debilitar a Irak bombardeando sus bases militares estratégicas, dicho objetivo se logró , ya que la milicia de los aliados penetra a Kuwait y después a Irak. A pesar de que Hussein hizo un llamado a la población islámica a unirse a la "guerra santa", lo que atrajo a mucha manifestantes, el 28 de febrero de 1991, Irak anunció su rendición y retiró sus tropas de Kuwait.
        Yugoslavia, al igual que muchos países europeos, experimentó grandes conflictos de carácter nacionalista. Estos movimientos de naturaleza étnica, resultado de la mala repartición del mundo después de la 2a guerra mundial, se mantuvieron neutralizados durante el periodo de mandato de Tito. La complejidad del  problema yugoslavo se determina por ser un conflicto religioso entre ortodoxos servios, los católicos croatas y eslovenos y los musulmanes bosnios; un conflicto étnico entre serbios y croatas a pesar de ser ambos de origen eslavo, y un conflicto ideológico entre los serbios socialistas  y el emergente capitalismo. Habría que agregarle a estos elementos el desarrollo desequilibrado de la industria y de la economía en el norte y en el sur del país.
        Las hostilidades de la guerra civil comenzaron en junio de 1991 cuando Eslovenia y Croacia proclaman su independencia y son reconocidas por el gobierno alemán. Para tratar de contener los intentos de secesión en estos dos Estados, el gobierno yugoslavo envió algunos elementos militares de origen serbio, pero en lugar de contener las hostilidades permitió que se agudizaran, ya que factores como racismo, fanatismo y genocidio fueron puestos en práctica utilizándolos como baluarte para la llamada "depuración  étnica".  A pesar de los intentos, por parte de los diferentes organismos cuasilegislativos para la solución de controversias, no se ha podido resolver el problema yugoslavo, que reitero, fue resultado en mayor medida de la mala división del mundo después de la 2a guerra mundial y que permaneció latente en la guerra fría y resurgieron con la desaparición de la Unión Soviética.
        Uno de los fenómenos importantes que se presentó en esta década como consecuencia de estas transformaciones, fue el acelerado proceso de reacomodo de bloques. La estructuración de un nuevo orden económico internacional terminó por romper las viejas relaciones políticas internacionales, las cuales deben adecuarse a las necesidades actuales. En el campo político es imperante  la definición de nuevas normas e instituciones para la proscripción de las amenazas a este nuevo orden internacional y definir las áreas de responsabilidad de los principales actores del sistema, ya que dichos cambios se han dado de manera desigual y sin equiparación alguna, lo que da como resultado el desorden en el que nos encontramos inmersos.
        Actualmente el principio que la comunidad internacional utiliza como característico de los noventa es la integración y no la confrontación ni las alianzas político ideológicas, ya que el desarrollo tecnológico militar, la integración creciente del mercado internacional, así como la cambiante naturaleza, forma y función de la estructura militar se han modificado a tal grado que las dimensiones estratégicas internacionales dejan de ser  prioridad para la humanidad. Para tratar de resolver la crisis en la que se encuentra sumergida actualmente la sociedad, en casi todos sus aspectos de la política mundial (como en las alianzas, el ecosistema, las finanzas y el comercio, los movimientos e intercambios entre los pueblos) la comunidad internacional se ha formado grandes expectativas, pero también vacilaciones al tratar de iniciar una acción que resuelva los conflictos que van surgiendo a medida que aumentan las interacciones entre los países. En estas interacciones se mezclan elementos como:

1.- La sobrepoblación, hambruna, analfabetización y pobreza de los países integrantes del tercer mundo.
2.- Desarrollo de la carrera armamentista.
3.- Adquisición de armas por parte de los países menos desarrollados.
4.- Explotación de los países pequeños por los poderosos.
5.- Desgaste del ecosistema.
6.- Desempleo generalizado.
7.- Resurgimiento de nacionalismos y fanatismos religiosos
8.- Desequilibrio en la economía mundial.
9.- Intensificación de problemas como el narcotráfico y migraciones.
10.- Reducción en la reserva alimenticia mundial en un 40%.

 Estos fenómenos ocurridos en la última década reflejan el carácter cada vez más complejo y transnacional de la política mundial, lo que hace necesarias nuevas herramientas adicionales a las tradicionales (diplomacia, organismos internacionales, buenos oficios, etc.). El arreglo de controversias, debido a su complejidad, en la actualidad depende de varios centros de poder. Esto se debe a que el poder se está distribuyendo en varios polos, lo que nos hace reflexionar sobre la transformación de su naturaleza misma. Con ello nos referimos a la participación de más de dos actores para resolver conflictos y no individualmente, pues ahora los dilemas se ven inmersos en la característica de interdependencia de derrame, ya que los problemas afectan en gran medida a la sociedad en su conjunto.
         En este sentido, se han creado instituciones para el logro de esas metas. Una de las mas importantes, creadora de derecho internacional es la Organización de las Naciones Unidas (ONU), fundada el 24 de octubre de 1945, que tuvo como fines el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales, desarrollar las relaciones de amistad entre las naciones, promover el progreso social y mejores niveles de vida, así como la cooperación internacional. Está integrada por seis órganos principales: La Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración fiduciaria, la Corte Internacional de Justicia  y la Secretaría.
        Debido a que el mundo está en plena construcción, las Naciones Unidas han asumido una función preponderante en las gestiones en favor de la paz y cooperación, y tiene como nuevos campos de acción a la paz y seguridad mundial, lucha contra el narcotráfico, la ecología, derechos humanos, derecho económico, migración, etc, pero en especial, la organización se ha concentrado excesivamente en temas de seguridad, en perjuicio de enfoques más integrales que ataquen de raíz los problemas internacionales.
        Uno de los temas nuevos en la agenda mundial que preocupan al actual sistema jurídico está el derecho internacional humanitario, que en los últimos años ha tomado fuerza recurriéndose a él en caso de violación a los derechos humanos dentro y fuera de la jurisdicción de un Estado. El caso más representativo se encuentra en la guerra del Golfo Pérsico, ya que a partir de este suceso el deber de asistencia humanitaria y el derecho a intervenir para proteger los derechos humanos se mezclan y surge un nuevo concepto que a lo largo del  presente ensayo abordaremos como "derecho de injerencia humanitaria".
        Con el pretexto de salvaguardar los derechos del hombre la comunidad internacional asegura que los derechos humanos no deben quedar por más tiempo sujetos a las fronteras territoriales, raciales o culturales, ni a regímenes políticos determinados pues su protección jurídica por parte de la sociedad organizada se hace imprescindible. Con este enunciado se menoscaba el principio del ejercicio de las competencias de un Estado sobre sus nacionales, que había prevalecido por mucho tiempo. A pesar de esto, el Estado sigue siendo el principal actor de las relaciones interestatales, al menos teóricamente es soberano en sus actos, los cuales sólo pueden ser limitados por las normas que él mismo acepte respetar (por su propia voluntad o por haber firmado un acuerdo o tratado) a nivel externo. Es por eso que la soberanía se manifiesta mermada cuando a causa de un acuerdo bilateral o multilateral no puede actuar libremente en ejercicio de sus competencias.
        La lucha por el desarrollo, la paz mundial y la protección al individuo (individual o colectivamente) son unas  de las acciones más importantes en  las que la comunidad internacional ha contribuido y con estas a las llamadas intervenciones humanitarias, las cuales dieron pauta al aumento de innumerables abusos por parte de los países más poderosos.
        Este concepto poco a poco ha sido aceptado por los países poderosos; hasta en el seno de las Naciones Unidas existe la discusión de la aceptación de esta nueva rama del derecho. Pero para los países del tercer mundo, es una expresión violenta que las relaciones internacionales han esparcido a causa del desequilibrio norte/sur, y no por el mantenimiento del equilibrio este/oeste, que tiene como fin el mantenimiento de la hegemonía de las potencias sobre los demás países. Actualmente la soberanía a nivel mundial está concebida de manera limitada y conforme a esta nueva tendencia, se acepta la disminución de la soberanía de los Estados en favor de la comunidad internacional organizada mediante un reparto de las atribuciones entre los países miembros, a fin de que se pueda actuar con la independencia y libertad necesaria en el desarrollo y existencia de los mismos, salvaguardando la paz y seguridad mundiales.
        El llamado derecho de injerencia reivindica el derecho de la comunidad internacional a inmiscuirse en los asuntos internos de los Estados para defender a una parte de la población de este Estado que estuviera siendo masacrada por su propio gobierno. El caso más representativo es el de los kurdos en Irak.
        A pesar de esto, la mayoría de los países miembros de la ONU no aceptan la pretensión de valores universales que permitan la adopción de políticas injerencistas en detrimento de la soberanía de los Estados y del derecho internacional, como es el caso de la defensa de los derechos humanos a través del llamado derecho de injerencia, así como otros pretextos que permiten a las potencias escudarse en ellos para cubrir iniciativas que respondan a sus intereses particulares y no a los de la comunidad internacional en su conjunto.
 
 

BIBLIOGRAFIA Y HEMEROGRAFIA

- Arrollo Pichardo, Graciela. "La globalización como caos: camino hacia la configuración del sistema histórico del siglo XXI", Relaciones Internacionales, México, UNAM-FCPyS-CRI, No. 52, sep-dic, 1991, pags. 6 - 14.
- Bartoli, Henri. "¿Mundialización o hegemonía?", Cuadernos Americanos, México, UNAM, No. 53, sep-oct de 1995, pags.111-135.
- Bobio, Norberto. Disgregación - globalización", Cuadernos Americanos, México, UNAM, No. 53, sep-oct de 1995, pags. 108-110.
- Cardona, Diego y Tokatlian, Juan."El sistema mundial en los noventa", Colombia Internacional, Bogotá, Colombia, Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de los Andes (CEI), No. 13, enero-marzo de 1991, pags. 16-21.
- Covián González, Miguel Angel. "La nueva crisis de desconfianza en las Naciones Unidas: el derecho de injerencia y la ampliación de los campos de acción tradicionales de la ONU", Relaciones Internacionales, México, UNAM-FCPyS-CRI, No. 65, enero-marzode 1995, pags. 25-36.
- De la Pedraja, Daniel. "Los nuevos retos de las Naciones Unidas. Su restructuración y su papel en la redefinición del orden mundial", Relaciones Internacionales, México, UNAM-FCPyS-CRI, No. 68, oct-dic de 1995, pags 93-98.
- Despotopoulos, Konstantinos J. "Los problemas actuales de la humanidad", Cuadernos Americanos, México, UNAM, No. 53, sep-oct de 1995, pags.149 - 154.
- Flores Olea, Victor. "Visión actual de las Naciones Unidas", Relaciones Internacionales, México, UNAM-FCPyS-CRI, No. 65, enero-marzo de 1995, pags. 15-24.
- Fukuyama, Francis. ¿El fin de la historia?, Compilación y traducción de Gabriela Malvido y David Silva Tonche, México, UNAM, 1996, 22 pags.
- González Aguayo, Leopoldo. "Geopolítica de los bloques actuales de poder", Relaciones Internacionales, México, UNAM-FCPyS-CRI, No. 52, sep-dic, 1991, pags 33-37.
- González-Jiménez, Mónica. "El mito del orden mundial", Relaciones Internacionales, México, UNAM-FCPyS-CRI, No. 68, oct-dic de 1995, pags. 47-58.
- González Olvera, Pedro. "Notas sobre un nuevo orden internacional", Relaciones Internacionales, México, UNAM-FCPyS-CRI, No. 52, sep-dic, 1991, pags. 15-17.
- Grren, Rosario. "La ONU hacia el año 2000", Política Exterior, México, SRE-IMRED, 1995, No. 47, pags. 9-31.
- Gurtov, Mel. Política humanista global, Barcelona, España, Edit. Palomares-Corredores S.A., 1990.
- Hernández Vela-Salgado, Edmundo. "El orden internacional en un mundo incierto", Relaciones Internacionales, México, UNAM-FCPyS-CRI, No. 68, oct-dic de 1995, pags. 39-46.
- Huntinton, Samuel P. "The clash of civilization", Foreing Afairs, 1991.
- Jiménez Badillo, Margarita. "La Organización de las Naciones Unidas ante el nuevo orden internacional", Relaciones Internacionales, México, UNAM-FCPyS-CRI, No. 65, enero-marzo de 1995, pags. 59-66.
- Millor Mauri, Manuel. "El contexto internacional hacia el año 2000", Relaciones Internacionales, México, UNAM-FCPyS-CRI, No.   , pags.
- Seara Vázquez, Modesto. (compilador). Las Naciones Unidas a los cincuenta años, México, FCE, 1995, 456 pags.
- Gabinete de Política Exterior de la Presidencia de la República, La política exterior de México en el nuevo orden mundial. Antología de principios y tesis, México, FCE, 1993, pags. 319-418.
 
 

            HOME